martes, 11 de noviembre de 2008

Cumpleaños feeeeeeliz...

Se que el mensaje llega un poco tarde pero ya sabes: "más vale tarde que nunca...", jejeje. Muchas felicidades, sabes que te quiero y como tú te lo mereces todo, pues ahí te va un pequeño recordatorio:

No, sé que lo parece pero no es un porro... jajajajaja.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Abriendo los ojos

La realidad de cada persona empieza a partir de su nacimiento; las cosas que están ahí cuando naces simplemente "están" y no te cuestionas el porqué están o de donde vienen. Si bien es cierto, a medida que nuestra vida avanza y nos hacemos mayores, empezamos a plantearnos cuestiones, el origen de ciertas cosas, y comenzamos a tener curiosidad por misterios tan obvios como: ¿de dónde vienen los niños? o ¿cómo es posible que al apretar el interruptor se haga la luz? Sin embargo, siguen existiendo cuestiones a mi parecer "obvias" que nunca llegamos a plantearnos por el mero hecho de que creemos saber la respuesta. Una de esas cuestiones me ha hecho abrir los ojos sobre un tema que yo imaginaba "tener controlado" pero cual fue mi sorpresa al conocer la verdadera respuesta. La pregunta en cuestión es: ¿de dónde viene el dinero?

A simple vista parece una cuestión muy clara, pero indagando en el tema llegué a darme cuenta de una terrible realidad y resulta que después de tantos años creyendo una cosa, toda mi idea acerca de cómo funciona el sistema financiero se viene abajo. Y una vez conoces la verdad de cualquier misterio ya no te parece tan complicado llegar a entenderlo y es entonces cuando te preguntas: ¿cómo no pude haberlo visto antes? ¿cómo he podido vivir en la ignorancia tanto tiempo? Así pués, con el afán de que todo el que lea esto pueda, como yo, abrir los ojos acerca de cómo funciona y cómo se crea el dinero, os dejo el enlace al mejor video que he encontrado sobre el tema. Dura casi 50 minutos y puede que en algún momento os lleguéis a perder debido a la gran cantidad de información, pero sin duda vale la pena porque con él se llega a enteneder perfectamente el porqué de la situación de crisis que nos ha tocado vivir en estos momentos.

http://video.google.es/videoplay?docid=-2882126416932219790

martes, 2 de septiembre de 2008

Hasta los jandemores

Parece que el verano se acabó, aunque realmente nunca he tenido la sensación de estarlo viviendo; bien sea por el tiempo (que no ha acompañado) o por el hecho de haber estado 62 días seguidos trabajando sin descanso. Y ahora por fin, que se suponía que debería estar a punto de coger un avión para mis vacaciones en los EEUU, nada de vacaciones y a seguir trabajando... jodía crisis!!!! Sólo espero poder tomarme un descanso (merecido creo) antes de las navidades o sino creo que mi cuerpo se autodestruirá o bien se fusionará con una botella de alcohol, y es que estoy de copas, bares, noche y demás atributos hosteleros hasta los jandemores, que los pobres estan hasta tristes ya...

jueves, 7 de agosto de 2008

Veraneando voy... veraneando vengo...

Hace ya dos meses que no escribo y la verdad no es por falta de tiempo, sino más bien por vagancia pura y dura, y es que el verano es lo que tiene, te aplatana y a base de no hacer nada, vas matando el tiempo que tienes. Este verano está siendo más de lo mismo, trabajo (muchas horas pero poco curro... maldita crisis), poca playa porque parece que el sol no acaba de cogerle el gusto a salir en Coruña, y mucho tiempo fuera de casa. Os diré que mi maravilloso viaje a los EEUU ha tenido que ser aplazado (que no cancelado) por razones técnicas (falta de tiempo y, sobre todo, dinero), pero no pierdo la esperanza y sé que algún día lo llevaré a cabo. También comentaros que por fin hemos re-abierto el café (no era sin tiempo) y pese a la cantidad descomunal de dinero que hemos perdido no estoy del todo cabreado porque nuevos proyectos se abren en el horizonte, y acudiendo al prolífico refranero popular: Nunca choveu que non escampara. Así que, veraneando, el verano se va acabando, y volveremos a la rutina invernal (la rutina estival quedará otra vez para el año que viene), remando contra viento y marea, intentando no perdernos en esta mierda de crisis que nos tiene cogidos por las bowlings.

Antes de despedirme quiero mandar un besazo y un abrazo muy fuerte para mi amiga Tania, que ahora mismo estará perdidilla por Honduras. Os dejo la dirección de su blog para que la visitéis y le dejeis muchos abrazos para que, aún en la distancia, no se sienta tan sola. Tania... te queremos cariño!!!

http://tanyaporta.blogspot.com/

sábado, 7 de junio de 2008

Y que cumplas muchos más...

Hoy es el cumpleaños de ese que aunque no es hijo de mis padres, es mi otro hermano, o al menos así lo considero yo, porque es mucho más que un amigo. De todo nos ha pasado juntos y de todo hemos compartido (a veces demasiado, jajajajaja) y espero que por muchísimos años más. Así pues, feliz cumpleaños hermanico!!!!!!!!



Brindo por ti... Qué es lo que quiere la Seguridad Social????? SALUUUUUD.




viernes, 6 de junio de 2008

Cuestión de cojones

Hace un par de días una persona con la que había tenido una larga conversación, me reprochaba el uso de ciertas palabras malsonantes en mi modo de expresarme; concretamente el abuso de la palabra "cojones", pues en la mencionada conversación la menté unas cuantas veces. Dichos reproches me recordaron cierto panfleto que leí hace tiempo y que Arturo Pérez Reverte utilizó sabiamente para una situación parecida. El título del escrito en cuestión era Riqueza del castellano, y en él se enumeraban de manera exhaustiva las diversas acepciones que en nuestra lengua tienen los atributos masculinos y que paso a relatar para sabiendas de mi contertulio.

Así, según afirma el mencionado folleto, el sentido de cojones varía según el numeral que lo acompaña: la unidad significa algo caro o costoso (eso vale un cojón), dos pueden sugerir arrojo o valentía (con dos cojones), tres significar desprecio (me importa tres cojones), y un número elevado suele apuntar dificultad extrema (me costó veinte pares de cojones). El verbo también puede variar mágicamente su significado: tener puede referirise a valentía (tiene un par de cojones), pero también censura, admiración o sorpresa (¡tiene cojones!) o perplejidad (¡manda cojones!); acompañado de poner puede significar reto o aplomo (puso los cojones encima de la mesa), y el verbo tocar implica molestia, hastío o indiferencia (me toca los cojones), vagancia (se toca los cojones) e incluso desafío (anda y tócame los cojones).

El término es también acepción de lentitud (viene arrastrando los cojones), y en cuanto a amenaza su uso es frecuente (te voy a volar los cojones) e incluso se recurre a ello para describir agresión física (fue y le pateó los cojones). Los prefijos y sufijos también son importantes de cojones: por ejemplo, a- sigifica miedo (acojonado), des- implica regocijo (descojonarse), y -udo implica calidad o perfección (cojonudo). Las preposiciones matizan lo suyo por supuesto: de alude a éxito (nos fue de cojones) o intensidad (hace un frío de cojones), hasta define ciertos límites (hasta los cojones) y por alude a intransigencia (por mis cojones). También se recurre a ellos como lugar de origen para definir cierto tipo de actitudes intrínsecamente españolas y como origen de voluntad inapelable (porque me sale de los cojones). En cuanto al color, la textura o el tamaño, podemos afirmar que un color violeta define bajas temperaturas (se me quedaron los cojones morados de frío), la posición y el tamaño pueden indicar pachorra o tranquilidad (se pisa los cojones) o coherencia (lleva los cojones en su sitio); sin que falten referencias históricas (tiene los cojones como el caballo de Espartero).

Así es pues como debería haber respondido a aquella reprimenda, pues a ver cuándo Shakespeare, o Joyce, o la madre que los parió, en esa jerga onomatopéyica y septentrional, que usaban los pastores para llamar a las ovejas, y los piratas para repartirse el botín contando con los dedos, fueron capaces de utilizar, con todo su Oxford y su Cambridge, la palabra equivalente con tanta variedad y tanta riqueza como la usa hasta el más analfabeto de nuestros paisanos. Tres mil años de griego, latín, árabe y castellano respaldan el asunto, lo que, a mi parecer, es un respaldo lingüístico de cojones.

miércoles, 4 de junio de 2008

Tiempos de crisis

Cómo se está alargando la "cuesta de enero", más que una cuesta esto se está convirtiendo en una auténtica montaña, el "Everest de enero"; y la dura realidad es que no hay un duro y se nota que a la gente le cuesta llegar, ya no a fin de mes, sino incluso a mediados. El bajón de un año o un par de años a las fechas actuales ha sido considerable y todo indica que todavía no se ha tocado fondo, sin embargo hay un par de datos que causan verdadero asombro: los bancos y las grandes empresas muestran sus cuentas y duplican y triplican beneficios; las ventas de coches han bajado casi un 30% excepto la de coches deportivos y de lujo, que han subido un 5%; se extienden irremediablemente los oligopolios mientras muchas PYMES quiebran o se ven absorvidas por mayores empresas; el mercado inmobiliario se hunde y cada vez se conceden menos créditos pero el euríbor no deja de subir. Conclusión? muy sencillo: los ricos cada vez son más ricos, los pobres cada vez son más pobres; y no queda sitio para la clase media, o caminas alegremente hacia un grupo, o te diriges irremediablemente hacia el otro. Vuelve acaso la "lucha de clases" de la que nos hablaban Marx y Engels? Ese enfrentamiento histórico entre los que no tienen nada y quieren algo, y los que tienen algo y quieren más, está más de actualidad que nunca, y lo podemos observar día a día en los medios de comunicación: huelgas por las subidas de precios, revueltas por el aumento del paro, recortes de ayudas al Tercer Mundo, etc...

De todos es sabido y los grandes economistas así lo confirman, que la economía se compone de ciclos; tiempos de bonanza económica y tiempos de depresión. Sin embargo, lo que nos interesa y siempre interesará es cómo hacer que duren más los buenos tiempos y acortar al límite las depresiones. Hasta cuando durará esta situación es algo impredecible, lo que si es seguro es que algún día cambiará; mientras dure habrá que, como suele decirse coloquialmente, "apretarse el cinturón" y tratar de aguantar como sea, porque si de algo nos vale la historia es para comprobar que quien es capaz de soportar un revés y mantenerse a flote cuando las cosas van mal, siempre sale reforzado cuando cambian las tornas; y eso es lo que tiene que darnos las fuerzas para aguantar.