viernes, 23 de mayo de 2008

Esta es mi generación

Hace tiempo que viene circulando por internet un artículo con el que me he sentido verdaderamente identificado. Después de introducirle unos cuantos cambios (había cierto desorden narrativo y faltaban ciertos puntos a mi parecer importantes) voy a colgarlo aquí para que todos podáis leerlo, espero que os guste... ésta es mi generación:

El objeto de esta misiva es la de reivindicar una generación olvidada por la historia, la de todos aquellos que nacimos en los 80 (un par de años arriba, años abajo); la de los que estamos trabajando de algo que nuestros abuelos no podrían ni soñar, la de los que vemos que el piso que compraron nuestros padres ahora vale 20 o 30 veces más, la de los que estaremos pagando nuestra vivienda hasta los 70 años. Nosotros no estuvimos en la Guerra Civil, ni en mayo del 68, ni corrimos delante de los grises, no votamos la Constitución y nuestra memoria histórica comienza en un período comprendido entre el mundial de México 86 y las Olimpiadas del 92.

Aunque no nacimos en una dictadura, siempre hemos tenido una conciencia democrática; por no vivir activamente la Transición se nos dice que no tenemos ideales, pero sin embargo sabemos de política más que nuestros padres y de lo que nunca sabrán nuestros hijos y nietos. Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a las chapas, la peonza, las canicas, la comba, la goma o el rescate y, a la vez, somos la primera que hemos jugado a videojuegos, hemos ido a parques de atracciones o visto dibujos animados en color. Nos rompíamos la cabeza con el puto Cubo de Rubick y la Barbie era lo más!! El cambio de los Famobil a los Playmobil (con las manos articuladas) fue para nosotros un gran avance tecnológico. Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos (los Juegos Reunidos o el Cine Exin), pero oíamos (y seguimos oyendo) que lo hemos tenido todo, a pesar de que las generaciones que vinieron después de nosotros sí lo tienen realmente y nadie se lo dice.

Se nos ha etiquetado de generación X y tuvimos que tragarnos bodrios como: Pipi Calzaslargas, Melrose Place o Sensación de vivir. Lloramos con la muerte de Chanquete, con la puta madre de Marco que no aparecía, con las putadas de la Señorita Rottenmayer; somos la generación de La Bola de Cristal, Espinete, Don Pimpón y Chema "el panadero farlopero"; los q recordamos a Enrique del Pozo cantando con Ana (Abuelito dime tu o la Yenka...). Nos emocionamos con Superman, ET o En Busca del Arca Perdida; nos acojonamos con Tiburón y Ángela Chaning y disfrutamos con El coche fantástico, McGuiver, Miami Vice, Las bolas de Dragón, Oliver y Benji, Dragones y Mazmorras, con los saltitos de Leroy en Fama y viendo volcar siempre el mismo coche (del que siempre salía la misma gente) en distintos capítulos del Equipo A. Llenábamos las carpetas del colegio con cromos de la Tele Indiscreta (recordad las pegatinas de V), llenábamos las paredes de cuartos y armarios con posters de Rick Astley o Samantha Fox y flipábamos viendo a Féliz Rodríguez de la Fuente rodeado de una manada de lobos. La generación que no sabe lo que es un auténtico fin de año si no hay un especial de Martes y Trece y que no entiende porqué sustituyeron la carta de ajuste por las espacios de la tele-tienda.

Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra la droga, que nos reímos de un anuncio que decía que si el Madrid era otra vez campeón de Europa, que vimos a Indurain tomar el relevo de Perico Delgado, nos metimos con la tocada de huevos de Michel a Valderrama y que durante un tiempo tuvimos al baloncesto como el primero de los deportes. La generación a la que le entra la risa floja cada vez que tratan de vendernos que España es favorita para un mundial. Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo, de pata de elefante y con la costura torcida. Nuestro primer chándal era azul marino con franjas blancas en la manga y nuestras primeras zapatillas de marca (unas J´Hayber que nos duraron siglos intactas) las tuvimos pasados los 10 años. Entramos al colegio cuando el 1 de noviembre era el día de Todos los Santos y no Halloween, cuando todavía se podía repetir curso, los últimos en hacer BUP y COU y los pioneros de la ESO. Hemos sido las cobayas en el programa educativo, somos los primeros en incorporarnos a trabajar a través de una ETT y a los que menos les cuesta dejar un trabajo. Hemos visto desparecer la peseta (recordad aquellos billetes de 500 con la cara de Rosalía) y nos volvimos locos con el Euro.

Aprendimos a programar el video (primero Beta y luego VHS) antes que nadie, jugamos con el Spectrum (esperando tres horas para que cargaran los puñeteros juegos y si al final se colgaban...ufff) y también con las máquinas recreativas (Pac-Man y Tetris) y las primeras consolas, vimos los primeros móviles y creímos que Internet sería un mundo libre. Vimos cómo el vinilo era desbancado por el cassette y éste, a su vez, por el CD y nos volvíamos (y seguimos volviendo) locos cada vez que oímos a Joey Tempest cantando aquello de The Final Countdown. Vimos pasar la televisión del blanco y negro al color, y comprobamos qué bueno era eso un fin de año en el que Sabrina Salerno nos hizo felices a todos con su Boys.

La última generación que veía a su padre poner la baca del coche (casi siempre un SEAT Panda o un 127) hasta el culo de maletas para ir de vacaciones. Mirando atrás es difícil creer que hayamos sobrevivido a nuestra infancia: nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bags, hacíamos viajes de más de 3 horas sin descanso, con cinco personas en el coche y no sufríamos el síndrome de la clase turista. No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños; andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos; los columpios eran de metal y con esquinas en pico; salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y sólo volvíamos cuando nuestra madre nos llamaba para cenar; no había móviles; nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables; nos abríamos la cabeza jugando a guerras de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se curaban con mercromina o curocromo y unos puntos, y al día siguiente todos contentos. Íbamos a clase cargados de libros, cuadernos, plastidecor, ceras Manley, etc... todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos, ruedas!! Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos, si acaso alguno era gordo y punto. Nos hinchábamos a bocadillos de Nocilla y comíamos Phosquitos, Tigretones y Panteras Rosas, aunque aquello que empezaba (algo llamado Bollycao) no estaba del todo mal.

Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagiaba de nada, sólo nos contagiábamos los piojos en el cole, cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente. Y ligábamos con las niñas/os jugando a beso, verdad y atrevimiento o al conejo de la suerte, no en un chat diciendo :) :D :P. Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias, no había nadie para resolver eso y la idea de un padre protegiéndonos si trasgredíamos alguna ley, era inadmisible, si acaso nos soltaban un guantazo o un zapatillazo y te callabas la boca, y por supuesto no había ninguna “ley del menor” que nos defendiera..

Siempre nos recuerdan acontecimientos de antes de que naciéramos, como si no hubiéramos vivido nada histórico. Nosotros hemos aprendido lo que era el terrorismo contando chistes de Irene Villa, vimos triunfar la Perestroika de Gorvachov y caer el muro de Berlín, a Boris Yeltsin borracho tocarle el culo a una secretaria, a Ronald Reagan caer por causa del alzheimer, a la saga de los Bush ocupar una y otra vez la Casa Blanca (para desgracia del resto del mundo) y a israelíes y palestinos no cansarse de derramar sangre; nos cansamos de oir el “váyase señor González”, vivimos los GAL y la formación de la UE, vimos casarse al príncipe Felipe con una periodista y a la familia real multiplicarse como conejos; los de nuestra generación fueron a la guerra (Bosnia, Afganistán, Irak, etc.) cosa que nuestros padres no hicieron; gritamos OTAN no bases fuera, sin saber muy bien qué significaba y nos enteramos de todo de golpe un 11 de septiembre. Tuvimos libertad, fracaso, respeto, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.

Así pues, esta es una reivindicación para una generación olvidada, la mía, la última generación cuerda que ha habido y la que irremediablemente tendrá que ver cómo los niñatos que hay ahora destrozan el mundo que tanto esfuerzo les ha costado construir a nuestros abuelos y padres. Un saludo.

sábado, 10 de mayo de 2008

El triunfo de los amigos

Mucha gente envidia a sus amigos por los éxitos que van cosechando a lo largo de su vida; muchos dicen que es envidia sana, y sin embargo les jode que triunfen las personas de su entorno cuando ellos mismos se quedan estancados en los "sueños" de su vida. Sin embargo yo no sólo me alegro del éxito de mis amigos de toda la vida, sino que además me vanaglorio de ello. Presumo del triunfo y del éxito de mis amigos como si fuera el mío propio y me encanta, y además no pierdo la ocasión para poder hablar de ellos cuando consiguen algo grande.
Tengo la gran suerte de tener unos amigos etupendos; cuando hablo de amigos hablo de los que son para toda la vida, los que ya son tu familia porque te acompañan desde la infancia y sabes que podrán estar ahi siempre que los necesites (aunque pasen mucho tiempo sin verse). Esos amigos que se cuentan con los dedos de una mano y en mi caso eso es muy cierto ya que el número se reduce a 5 en cuestión (y tengo suerte de que sean tantos). Ellos ya saben quienes son así que para qué nombrarlos (además aparecen en la foto de la cabecera, jajaja), sin embargo hoy voy a referirme a dos de ellos en especial y atendiendo al tema que hoy estamos tratando como es la culminación de los sueños personales. Así pues, mi más sincera enhorabuena para Óscar y Borjita, dos de mis amigos que están triunfando en el mismo campo aunque por distintos derroteros: la música. El primero ya conoció a su ídolo de toda la vida y lleva una racha de conciertos que va en aumento y todo indica que puede llegar a lo más alto con su grupo. El segundo está triunfando como barítono en España y en Italia y además parece que empezará en breve a hacer sus pinitos en el mundillo del cine. Así pues amigos mios: enhorabuena!!!
Y para que todos podais gozar de su talento aquí os dejo unos enlaces en los que podeis ver a cada cual dando el callo en lo suyo. Un saludo.

http://www.youtube.com/watch?v=JdoQ_n1MxuE
http://www.youtube.com/watch?v=VleBj8fCh10
http://www.youtube.com/watch?v=6mSIcLie1h0
http://www.youtube.com/watch?v=N3ZDBG5GjCE